Te pido perdón porque a veces abuso de tu confianza, y empiezo a
armarte a mi antojo, a dibujarte con mis pinceles y los colores que
prefiero, es inevitable jugar a reconvertirte y a rediseñarte. Te pongo
otros ojos, otra boca, otra nariz, pero termino dejándote tal y como
estabas al principio, tan auténtica y hermosa.
– Amour et entropie
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